miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL SECRETO ENCANTO DE LAS LIBRERÍAS



Este próximo día 25 se celebra por primera vez en España el Día de las Librerías, acontecimiento que  a   iniciativa de la CEGAL pretende repetirse el último viernes de cada mes de noviembre. Con numerosos actos (encuentros con autores, conferencias, lecturas, cuentacuentos) se quiere recordar el papel de estos especialísimos comercios en el tejido económico y cultural de ciudades y pueblos, fomentar la difusión del libro y de la lectura, y festejar un día de puertas abiertas que invite a fieles y remisos a compartir su benéfica atmósfera.

Todo lector guarda una memoria íntima de sus librerías favoritas, lugares de sorprendentes hallazgos y felices recorridos. Ningún lugar mejor para perderse que entre esas alamedas silenciosas con olor a tinta y papel. Atender la urgente invitación de una portada, escuchar el azaroso diálogo de los títulos, acariciar unos lomos ajados o perfectos, constituyen los gestos de una misteriosa ceremonia de los encuentros. Perderse sobre todo en las pequeñas y oscuras librerías de viejo -esas grutas caóticas con olor a tiempo-, y escuchar el sabio consejo de un librero que humildemente custodia entre sus anaqueles los gastados genios de la literatura.

Mi aportación a este día de fiesta es recordar aquí el libro de Helene Hanff , 84 Charing Cross Road, un encantador diálogo epistolar entre la joven escritora norteamericana y el pulcro librero inglés Frank Doel. Marks & Co., una librería con base en la londinense Charing Cross Road, surtirá de libros antiguos, exquisitos y a buen precio a la temperamental y algo excéntrica Helen y ésta paliará con sus envíos alimenticios las privaciones que el  racionamiento impone a sus amigos ingleses durante la posguerra. La publicación de esta correspondencia a lo largo de las décadas dibuja una historia de amor por los libros y un entrañable encuentro de amistad y solidaridad entre las personas.

Librería Selexyz Dominicanen. Maastricht
Librería Selexyz Dominicanen, Maastricht
Recordaré también una librería muy especial, la Selexyz Dominicanen, en Maastricht, un ejemplo de remodelación que le valió al estudio de arquitectura Merkx & Girod el presitigoso Premio Lensvelt en 2007. La espectacularidad del edificio en el que se alojaba una iglesia gótica de los Padres Dominicos, potencia extraordinariamente el placer de hojear y comprar libros. La sala de lectura habilitada en el ábside, la grandiosa nave principal y los hermosos frescos ornamentales son una muestra de armonioso diálogo entre las épocas y una callada invitación al recogimiento de la lectura.


Hanff, Helene. 84, Charing Cross Road. Anagrama, 2008 (1970). Traducción de Javier Calzada. 128 páginas 

2 comentarios:

  1. Las librerías siempre nos acompañarán en nuestros paseos de lectores. Encontrar un nuevo libro que no esperábamos puesto que buscábamos otro es una de esas sensaciones únicas, una de esas sorpresas que el mundo intelectual nos entrega.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Sí, a pesar de los desiertos -intelectuales y vitales- la vida a veces nos depara la sorpresa del encuentro con nuevos libros y nuevos amigos, algunos accesorios y banales. Otros que con el tiempo descubrimos imprescindibles.
    Saludos

    ResponderEliminar