Isaac Levitan. Camino de Vladimir, 1892.
CAMINO
Nada, vida, te pido.
El largo camino que creía
me llevaba a algún lado,
sólo hasta a mí me ha traído.
He tejido, pues,
con los muchos rumbos,
mi propio mapa, y no existe hilo,
por más que lo tienda amorosa
mujer, que de él me pueda sacar.
Conozco ahora el simple vivir,
el derroche y regocijo con que
las cosas se rodean de milagro,
y llaman a la gratitud.
Y digo que soy nadie.
Restrepo, Elkin, Lo que trae el día. Bogotá: Editorial Norma,
2000
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