Imagen: Denis Olivier
EL QUE MÁS AMA
Mirando a las estrellas sé muy bien
Que, por mucho que ellas se preocupen, puedo ir al infierno,
Pero en la tierra la indiferencia es lo que menos
Tenemos que temer del hombre o de la bestia.
¿Nos gustaría que hubiera estrellas que ardieran
Por nosotros con una pasión que no pudiéramos corresponder?
Si el afecto equivalente no puede darse
Deja que sea yo el que más ame.
Admirador como creo que soy
De las estrellas, a las que importo un bledo
No puedo decir, ahora que las veo,
Cuánto eché de menos terriblemente a una todo el día.
Si todas las estrellas desaparecieran o murieran,
Aprendería a contemplar un cielo vacío
Y a encontrar sublime su oscuridad total,
Aunque esto podría llevarme algún tiempo.
Auden, W.H., Poemas. Madrid: Visor Libros, 2011
Excelente post Amparo, muchas gracias por compartirlo, da gusto visitar este espacio. Te invito a visitarme en:
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Un gran saludo, Oz.
Gracias, Oz.
ResponderEliminarNos leemos. Un abrazo.
Las estrellas siempre han sido motivo literario. La muerte de las estrellas, su nacimiento, la inmensidad que les rodea, su misterio...Auden es un gran poeta y el diálogo con lo inefable se hace realidad.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, como dice Lorca "son luces que llevamos sobre nuestras cabezas"; a veces, también dentro.
ResponderEliminarSaludos, J. Julio