lunes, 27 de febrero de 2012

LA EDUCACIÓN DE UN INGENUO


Decía Borges a propósito de Henry James que sus lectores “se ven obligados a una continua y lúcida suspicacia que a veces constituye su deleite y otras su desesperación”. Felizmente, se sigue reeditando a James, y cuando se hace con la dedicación exquisita que la editorial Contraseña ha puesto en la publicación de esta nouvelle, Eugene Pickering, sus lectores encontramos un doble motivo de satisfacción.

El texto aparece acompañado por un acertado prólogo de Vicente Molina Foix y añade a su cuidada presentación las ilustraciones de Jesús Cisneros y una afinada traducción de Ismael Attrache; todo ello le valió el primer premio del Ministerio de Cultura al libro mejor editado en 2010 en la categoría de "Obras generales y de divulgación", así como el premio al libro mejor editado en Aragón de ese mismo año.

Ilustración de Jesús Cisneros

La ingente obra de James, producida a lo largo de más de cincuenta años, nos permite seguir la trayectoria de una narrativa que hunde sus raíces en la tradición victoriana y se proyecta hacia la experimentación de las vanguardias del siglo XX. El despliegue de sutileza introspectiva, la sustitución del narrador omnisciente por una conciencia-testigo que interroga a los hechos desde una variedad de puntos de vista, la suma minuciosa de conjeturas y deducciones que va construyendo a sus ambiguos y complejos personajes, el virtuosismo en el uso elusivo del lenguaje, son algunas de las principales aportaciones de este maestro, en cuyos hallazgos literarios y reflexiones críticas beben autores de la talla de Virginia Woolf, James Joyce, Samuel Beckett o Harold Pinter.

Eugene Pickering fue publicado inicialmente en 1874 en la revista americana Atlantic Monthly, e incluido al año siguiente en la colección de relatos Un peregrino apasionadoEste título junto a otras piezas cortas La madonna del futuro (1873) o El último de los Valerii (1874) y la novela Roderick Hudson (1875), reflejarían lo que León Edel, biógrafo y crítico de la obra de James, denominó “su segundo encuentro adulto con Europa”; esto es, los dos años y medio pasados por éste principalmente en Roma, tras una primera estancia europea más itinerante en los años 1869-1870. Se trataría –según Edel de una primera fase en la producción jamesiana en la que el autor inicia su indagación en el cosmopolitismo y las localizaciones europeas.

El tema de los innocents abroad, el contraste entre la ignorancia del recién llegado del Nuevo Mundo frente a  los valores de la vieja Europa modelo de civilización, el sentido del pasado, la irradiación vital de la obra artística, el conflicto entre renuncia y pasión, la incertidumbre ante la vasta red de acontecimientos vitales, están presentes en Eugene Pickering y se desarrollarán bajo distintas tramas y enfoques en el conjunto de la obra de James.

El joven Pickering es un amigo de infancia del innominado narrador que observará con la típica reserva jamesiana su “fermentación sentimental” en el escenario del balneario de Homburgo, y le acompañará en su peripecia hasta el desenlace en el que se anuncia un viaje a Esmirna. Educado bajo la rígida disciplina de un padre que lo encierra en una burbuja vigilada hasta el momento de su muerte, Pickering crece como obediente planta de invernadero: “si los cuidados tienen algún valor, dice yo me debería llevar la medalla de una exposición floral”. A los veintisiete años, tras la muerte del severo progenitor, el cándido Pickering accede al mundo y a una educación social por la que acabará conociendo la  inclemencia del entorno y el estrecho margen que las circunstancias permiten a su tan ansiada libertad personal.

Ilustración de Jesús Cisneros


El polo contrario de este amable aprendiz lo constituye el magnífico personaje de la viuda Anastasia Blumenthal, mujer de mundo, culta escritora, una de esas damas a las que “una actitud de rígida virtud les resulta poco favorecedora, como sentarse demasiado rectas en el sofá”, y que será la avezada maestra de Pickering en el descubrimiento de las cumbres y abismos de la experiencia amorosa. Molina Foix señala las coincidencias de este personaje con la narradora de otra pieza corta, La novia de Monsieur Briseux, publicada en 1873. En efecto, ambas son mujeres maduras situadas en un escenario europeo, a través de las cuales James desarrolla el tema de la “fidelidad a la excelencia artística”. Anastasia no escatima crudeza a la hora de despertar a Pickering de su sueño de amor cuando le dice: “Soy demasiado vieja y demasiado sabia; tú eres demasiado joven y demasiado necio”. Se siente conmovida por ese “curioso ejemplo de sinceridad”, pero en ningún momento olvida que lo que ella busca es un matrimonio convencional que le proporcione la estabilidad económica necesaria para proseguir su obra. En palabras de Molina Foix, no puede permitirse malgastar su pasión “ejerciendo de pigmalión del más débil de la pareja”.

El narrador, testigo de la incondicional entrega de su amigo, comenta con exquisita ironía: “hay algo doloroso en el espectáculo de un embeleso absoluto, aunque su causa sea excelente”. Pero menos mordaz que otros narradores de James, acompañará al joven convaleciente del rechazo amoroso en su periplo europeo (Colonia, Brujas, Venecia) y se limitará a señalarle con delicadeza que, más que la pérdida de sus ilusiones, debe considerar la  parte de compensación recibida en un intercambio de intereses. Como buen pragmático, concluye que al ser las necesidades de Madame Blumenthal más superficiales, ella “ha sido la primera en cansarse del juego”. Podría haber añadido que, en definitiva, ninguna pérdida de inocencia se salda sin dolor.

Resalta Molina Foix en su atinado estudio la maestría de James a la hora de graduar y diferir los resortes argumentales; y esto es especialmente válido por lo que respecta al elemento de la carta recibida de Esmirna, que al principio del relato deja Pickering sin leer en manos de su amigo; teme que en ella se le apremie a cumplir la sentencia de un matrimonio concertado por su padre, pero la intriga se cierra sorprendentemente para apuntar al episodio de unas nuevas aventuras en Oriente del ya no tan ingenuo joven. Claro que esa es ya otra historia. 

James, Henry. Eugene Pickering. Zaragoza: Contraseña, 2010. 128 p.

2 comentarios:

  1. Gran Henry James de historias múltiples, cuentos y novelas cortas y largas incesantes, temas que él recogía casi en el aire, en cenas, en expresiones, en gestos... Un gran autor en la historia de la Novela con argumentos perdurables.
    Saludos.

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  2. El gran James es maestro de muchas cosas, de lo viejo y lo nuevo, de lo sutil y lo incierto, de lo misterioso y lo tangible, y nos ofrece siempre una lectura muy acertada de los recovecos de la psicología humana.
    Gracias por tu comentario. Un saludo

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