domingo, 5 de febrero de 2012

EL CIRCO DE LA MARIPOSA


Desde los acróbatas mesopotámicos y las sangrientas luchas en las arenas de Roma a los sofisticados despliegues escenográficos del actual Cirque du Soleil, el circo ha recorrido un largo camino, fiel a su vocación de encantamiento; como cantera de sorpresas, espejo de lo mágico y lo extraordinario, espacio para la catarsis y la sátira, tampoco ajeno a veces a una melancólica decadencia  o una franca sordidez.

El circo y sus personajes aparecen a menudo teñidos de un aura de irrealidad y romanticismo, extraños seres que cuestionan los estrechos límites de la convención y la rutina y que por lo mismo viven en los márgenes desdibujados por una vida errante y anómala.

De la fascinación que el universo circense ha provocado en otras artes contamos con innumerables ejemplos; por citar solo algunos de mis favoritos: en pintura, las obras de  Seurat, Renoir, Degas y Toulouse-Lautrec. En  escultura: el circo-juguete de Calder, que hizo las delicias de artistas e intelectuales como Jean Cocteau, Fernand Léger, Piet Mondrian o Joan Miró. En literatura: los poemas de W.B. Yeats o Leopoldo M. Panero, “el artista del hambre” de Kafka, o ese cronista circense que fue Ramón Gómez de la Serna. En cine: The circus de Chaplin, La Strada de Fellini y El hombre elefante de David Lynch.

Con alguna influencia de éste último, quiero recordar aquí el magnífico corto The Butterfly Circus (El circo de la mariposa), dirigido en el 2009 por Joshua Weigel protagonizado por Eduardo Berasategui y Nick Vujicic. La obra se hizo merecedora de varios premios, entre otros el prestigioso “The Doorpost Film Project”, que aspira al descubrimiento de nuevos cineastas comprometidos con la promoción de una serie de valores humanos.

El circo de la mariposa reúne una familia de desclasados que han encontrado juntos el valor para convertir en  arte su diferencia. Ambientada en el desolador paisaje de la gran depresión estadounidense de los años 30, narra una  historia sobre la búsqueda del propio lugar y el esfuerzo por obtener la dignidad y la libertad, a partir de la autoconfianza y el apoyo de otros. Es también -como la propia vida del actor Nick Vujicic demuestra- y en palabras de Méndez, el director de este poético circo de la metamorfosis, una prueba de que “mientras mayor es la lucha, más glorioso es el triunfo”.

El circo de la mariposa
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4 comentarios:

  1. El circo siempre ha sido un gran tema literario y cinematográfico: la acrobacia de los conflictos en el aire, el triste humor a veces de los payasos, el deambular de las carretas, la magia del látigo conduciendo al caballo...: se comprende que todo ello sea motivo de escritura y de imagen.
    Estuve en la última sesión del "Price" al lado de Luisa Sofovich, la viuda de Gómez de la Serna, la autora de "La vida sin Ramón".
    Saludos.

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  2. Saludos, J.Julio
    El circo ha sido siempre un reducto para la magia y el asombro. Un mundo muy adecuado para D.Ramón,acróbata del lenguaje y titiritero de la greguería.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me parece interesante y cierto, ¿pero es el circo productor de literatura en si mismo?

    Un saludo :)

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