lunes, 19 de diciembre de 2011

MICROFICCIONES: NOCHEBUENA

los olvidados

NOCHEBUENA 

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recogida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

- Decíle a... - susurró el niño-, Decíle a alguien, que yo estoy aquí 

Galeano, Eduardo. El libro de los abrazos. Madrid: Siglo XXI, 1989. 265 p.

6 comentarios:

  1. Aunque la vida sea así de dura, no deja de ser un microrelato muy triste.

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  2. Lo es. Pero nos recuerda el imperativo moral de dar voz a los que carecen de ella.
    La noche que nos vayamos a dormir sabiéndolo cumplido, esa sí será una auténtica nochebuena.
    Un abrazo, Anton

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  3. A veces las microficciones son superadas por sobrecogedoras microrealidades enormes que nos muestran cómo es la vida y cuántas lecciones puede aportar al creador.
    Saludos

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  4. Habrá que estar atento a aprender de la vida, de la literatura, tantas lecciones importantes.
    Y a disfrutar también de los regalos que nos aportan.

    Gracias por tus palabras. Saludos

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  5. Los que alguna vez nos sentimos solos en una Navidad, sabemos que no es cualquier noche, porque es la noche en la que añoramos la memoria de lo que ya no volverá.

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  6. La nostalgia es un vino triste. Yo recomiendo tomar unos sorbitos mientras sabe dulce.Y pasar inmediatamente a celebrar el presente con una buena copa de champán.

    Feliz Navidad, Andrea. Y un cálido abrazo desde el Mediterráneo.

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