domingo, 18 de diciembre de 2011

ALICIA EN LOS ESPEJOS DEL ARTE

"Si conocieras al Tiempo tan bien como lo conozco yo dijo el Sombrerero, no hablarías de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje!"
 De Alicia en el País de las Maravillas 


Nada podía indicar en la vida del tímido e insomne matemático y diácono anglicano Charles Lutwidge Dogson, lo que significaría el encuentro en Oxford con el decano doctor Liddell. Y es que la relación con la familia Lidell sería el origen de una impensable aventura que convertiría a Lewis Carroll –el pseudónimo con el que firmó sus cuentos en autor de fama universal.

Como recoge en su diario, el 4 de julio de 1862, acompañando a las niñas Edith, Lorina y Alice Lidell a un paseo por el Támesis, les contó una fantástica historia que acabó plasmando en un cuaderno ilustrado con sus dibujos, y que regaló a la pequeña Alice en las Navidades de 1864.

Alice Liddell.Fotografía de Ch. Dogson
Alice disfrazada de mendiga. Fotografía de Ch. Dogson 


El manuscrito original, Alice's Adventures Under Ground, acabo publicándose el 24 de mayo de 1865, con magníficas ilustraciones de Tenniel, y el título definitivo de Alice's Adventures in Wonderland. El éxito de la obra le llevó a publicar en 1871 Through the Looking-Glass and What Alice Found There, y una versión orientada a niños más pequeños que apareció en 1890 bajo el título The nursery Alice.

De la fascinación que durante siglo y medio ha generado el mundo construido por Lewis Carroll, da cuenta la exposición Alice in Worderland, que desde el pasado noviembre y hasta el próximo 29 de enero puede disfrutarse en la Tate de Liverpool.

Desde el manuscrito original ilustrado por el autor, la muestra avanza a través de las imágenes que múltiples espejos pintura, fotografía, cine nos devuelven de la versátil Alicia. El carácter onírico y la lógica pesadillesca que rigen este particular universo inspiraron las obras surrealistas de René Magritte, Max Ernst o Salvador Dalí que aquí se exhiben. La indagación de Carroll  en el carácter inasequible del tiempo es perceptible en trabajos como Reloj (Uno y cinco) del estadounidense Joseph Kosuth o en la instalación multimedia de Torsten Lauschmann.

Y así hasta completar una variada nómina de creaciones que incluye el pop-art de Peter Blake, la investigación conceptual de la artista y filósofa Adrian Piper, las personales visiones de Yayoi Kusama o la lúgubre piscina de lágrimas de Kiki Smith.

La faceta del Carroll fotógrafo está también aquí representada y ampliada –entre otras con las coloristas imágenes de Anna Gaskell y su serie “Wonder” (1966) o las líricas ensoñaciones de Annelies Strba. La presencia de Alicia en el cine está asimismo presente en distintas piezas, como la película de ocho minutos filmada en 1903 o el conocido filme que en 1951 popularizó Walt Disney.



Dorothea Tanning. Eine Kleine Nachtmusik (1943)

Los interrogantes que lanza Caroll  sobre las dimensiones del tiempo, la percepción de la realidad, la lógica del pensamiento y el lenguaje, así como las  poderosas imágenes de la aventura de Alicia, siguen estando muy presentes en las producciones de la literatura y otras artes. Esta exposición nos acerca a muchas de ellas a través de un prodigioso itinerario.

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