domingo, 28 de octubre de 2012

ALTA HORA DE LA NOCHE


Fotografía de Al Behrman
Fotografía de Al Behrman




ALTA HORA DE LA NOCHE

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendrá la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.


Dalton, Roque , Taberna y otros lugares. Tenerife: Baile del Sol, 2006

3 comentarios:

  1. De vez en cuando la poesía toca con pocas palabras la esencia de la vida.
    Saludos.

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  2. Sí, la poesía esencial es como la vida: sencilla y corta.
    Saludos, J.Julio

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